lunes, 7 de diciembre de 2009

Apuntes de estrategias de conservación de medio ambiente , Tema5: Conservación a nivel de especie y poblaciones


Estudio del estado de las poblaciones (historia natural y ecologia)


Aspectos clave a estudiar


La clave para proteger efectivamente una especie consiste en recabar información sobre su historia natural (o ecología), es decir, sobre el estado de sus poblaciones y sus relaciones con el medio en el que vive. En concreto, estos son los aspectos que se deben estudiar es detalle:


1. Ambiente: tipo o tipos de hábitat ocupados por la especie y su extensión, variabilidad en los factores ambientales, régimen de perturbaciones,...


2. Distribución: área de distribución, movimientos migratorios, capacidad de colonización de nuevos hábitat, efecto de la actividad humana sobre la distribución,...


3. Interacciones bióticas: tipo de recursos utilizados, especies competidoras, predadores, parásitos, mutualistas,...


4. Demografía: tamaño actual y pasado de la población, tendencias demográficas,...


5. Morfología: grado de adaptación morfológica de los individuos a su medio (,hay algún “punto flaco” que reduzca la supervivencia’?)


6. Fisiología: eficiencia en el uso de recursos, vulnerabilidad a condiciones climáticas extremas,...


7. Comportamiento: eficiencia en el uso de recursos, interacciones sociales, comportamiento reproductor,...


8. Reproducción: potencial biótico, éxito reproductor, rendimiento reproductor, supervivencia de juveniles,...


9. Genética: variabilidad intrapoblacional determinada genéticamente,...


Este es el primer paso necesario para el desarrollo de programas de protección efectivos; sin dicha información, las medidas pueden ser absolutamente fútiles.


Monitorización de poblaciones


La única forma de conocer es status de una especie es realizar censos poblacionales (monitorizar sus poblaciones) a lo largo del tiempo. Tipos de monitorización:


1. Inventado: consiste en un simple conteo del número de individuos presentes en una población. Mediante inventarios repetidos en intervalos sucesivos se puede determinar si la población está estabilizada, incrementa o disminuye en número.


2. Sondeo poblacional: consiste en el muestreo repetido mediante un método estandarizado para la determinación de la densidad de una especie en una comunidad (densidad poblacional).


3. Estudio demográfico: estudio a lo largo del tiempo de una muestra de individuos conocidos (marcados) en una población, con el hn de determinar la tasa de crecimiento, reproducción y supervivencia. El estudio debe incluir individuos de todas las edades y tamaños. Puede incluir a todos los individuos de la población.


El estudio demográfico es que mayor información ofrece al investigador. Así, proporciona información sobre la estructura de edad de la población, lo que resulta clave para identificar las tendencias en el tamaño poblacional: una población estable suele presentar un ratio juveniles : adultos : senescentes característico. La ausencia o escasez de alguna de estas clases, particularmente juveniles, indican un declive poblacional. Del mismo modo, la abundancia de juveniles y adultos puede indicar estabilidad o expansión demográfica. Los estudios demográficos pueden también revelar información sobre las caracteristicas espaciales de la especie, lo que puede ser crucial en la conservación de poblaciones separadas.


Análisis de viabilidad de poblaciones (A VP)


El AVP es una extensión del estudio demográfico, centrado en determinar la capacidad de una especie de persistir en un medio (o espacio) determinado (Soulé 1999, Ruggiero et al. 1994, Akçakaya et al. 1999). AVP examina el rango de requerimientos de una especie y la disponibilidad de recursos en el medio. El AVP resulta de utilidad para comprender y predecir los efectos de la degradación, fragmentación y pérdida del hábitat sobre una especie rara. Se trata de una técnica reciente que combina el análisis demográfico y genético, por lo que no tiene todavía una metodología totalmente estandarizada. Sin embargo, los resultados son prometedores en cuanto a su capacidad de predicción a largo plazo, lo que la convierte en una herramienta eficaz de gestión de especies amenazadas.


Concepto de metapoblación y la necesidad de una perspectiva metapoblacional


Metapoblación: población de poblaciones relacionadas.


Distintos modelos (Hanski et al. 1996, Hanski & Simberloff 1997):


1. Grupo de poblaciones temporales unidas por cierto grado de migración


2. Una población central, relativamente estable, rodeada de áreas satélite con poblaciones fluctuantes


3. Modelo mixto, con interacciones de los dos tipos


En el caso de muchas especies que viven en hábitat efímeros o inestables es necesario atender al conjunto de las poblaciones relacionadas (metapoblación) que a una simple población, si se quiere diseñar un programa de conservación efectivo. La aproximación al problema del manejo de estas especies desde un punto de vista metapoblacional resulta mucho más útil que el estudio y tratamiento de una población aislada. Ejemplos: (1) en una metapoblación, la destrucción de la población central estable conducirá irremediablemente a la extinción de las poblaciones satélite; por tanto, los esfuerzos conservacionistas deben centrarse en dicha población y no malgastarse en una o varias poblaciones satélite. (2) En el caso de metapoblaciones se debe evitar a toda costa las acciones humanas que representen una restricción de los movimientos migratorios entre poblaciones relacionadas (eg., vallas, carreteras, cercados, etcj


La conservación de especies clave y especies indicadoras Especies clave (“keystone species’9


Sucede a veces que ciertas especies en una comunidad resultan esenciales para el mantenimiento de muchas otras especies en dicha comunidad, debido a la relación de dependencia de estas últimas sobre las primeras. A estas especies se les denomina ‘especies clave” (keystone species). Generalmente, estas especies se caracterizan por su elevado impacto ecológico en la comunidad y su baja biomasa (ejemplos:


grandes predadores como el lobo; polinizadores especializados, como el caso de ciertas especies de murciélagos y muchas cactáceas en desiertos americanos).


La identificación y protección de las especies clave resulta de vital importancia en la conservación de una comunidad, debido a las siguientes consecuencias:


1 La extinción local de una especie clave conileva un proceso de extinción en cascada, que arrastra a la desaparición, tarde o temprano, de todas las especies dependientes (Saether 1999).


2. Si se quiere proteger una especie en concreto, entonces habrá que identificar y proteger a su correspondiente (s) especie (s) clave (s).


Especies indicadoras


Se trata de especies estenoicas cuya presencia indica el buen estado de salud de un ecosistema. Protegiendo a estas especies, se protege a todas las especies que forman parte de la comunidad, así como los procesos ecológicos asociados a ella (Paoletti 1999, Schwartz 1999). (NOTA: Realmente, se trata de una conservación in situ, ya que la protección de estas especies se refiere a una protección en su hábitat natural).


Ciertos grupos de organismos pueden ser utilizados como indicadores de la biodiversidad, como generalmente ocurre con aves y plantas. La protección de estos grupos muchas veces implica la protección de la diversidad biológica asociada (Ricketts et al. 1999)


Conservación ex síus e in situ: definición y controversia


La conservación de las especies puede ser abordada por una combinación de dos grupos de técnicas.


1.- La conservación de especies ex situ: consiste en la conservación de los componentes de la biodiversidad fuera de sus hábitat naturales. El fin último de cualquier programa que utilice estas técnicas es el del establecimiento de nuevas poblaciones en la naturaleza una vez que se disponga de un número suficientemente elevado de individuos y hábitat apropiado.


2.- La conservación de especies in situ: consiste en la conservación de los ecosistemas y de los hábitat naturales y el mantenimiento y recuperación de poblaciones viables de especies en los entomos naturales y, en el caso de las especies domésticas y cultivadas, en los entornos en que hayan desarrollado sus propiedades especificas.


Hoy en día, no tiene sentido la polémica entre conservación ¡ns/tu y ex situ; se trata de dos posibilidades independientes y complementarias, no contradictorias.


En cualquier caso, dada la necesidad de disponer de representaciones amplias del taxon, es más adecuada la opción in situ para al mayoría de los casos. Conservar in situ es la opción prioritaria porque de esa forma predomina la variación genética frente a la reducción obtenida por los sistemas de multiplicación controlada. Pero, a pesar de la prioridad de la conservación in situ, ésta no siempre es posible (e.g., la población existente ha caido por debajo de la PMV; el área de distribución es menor del AMD; las poblaciones existentes están fuera de las áreas protegidas). Es entonces cuando se impone la conservación ex situ. Además, las colecciones ex situ con capacidad de reproducción ofrecen la ventaja de proporcionar individuos para investigación sin necesidad de recolección de las poblaciones naturales. De hecho, dichas colecciones representan una importante fuente de material para la ¡nvestigación de la biología de especies amenazadas. Otras ventajas son: (1) importante papel educativo y divulgativo, y por supuesto, (2) producción de individuos para liberar en la Naturaleza. No hay que olvidar, sin embargo, que la conservación ex situ no resulta casi en ningún caso barata.


Existen también técnicas mixtas, que combinan elementos de ambos grupos de técnicas, consistentes en la monitorización intensiva y el manejo de poblaciones de especies raras o amenazadas dentro de pequeñas áreas naturales: se trata de una conservación de poblaciones silvestres (in situ) pero mediante un estricto programa de intervención humana (ex situ) (e.g., jardines botánicos en el propio medio natural)


Técnicas de conservación ex situ de especies animales: zoológicos y acuarios


La preservación de especies animales fuera de su hábitat natural se lleva a cabo mediante zoológicos, acuarios, granjas, y programas de reproducción en cautividad.


1.- Zoológicos. Actualmente, el conjunto de zoos de todo el mundo reúne a más de


700.000 individuos de unas 3000 especies de mamíferos, aves, reptiles y anfibios (Groombridge 1992). Las limitaciones, sin embargo, son señas: (1) los zoológicos se han centrado clásicamente en la colección de especies emblemáticas de la megafauna (e.g., elefantes, jirafas, rinocerontes, etc.), por lo que los invertebrados en general están infimamente representados, a pesar de ser con mucha diferencia el grupo más numeroso y de afrontar severas amenazas (problema que tiene su origen en la concepción clásica de los zoológicos como colecciones vistosas de animales); (2) Sólo unas pocas especies en los zoológicos tienen un tamaño de la población cautiva a nivel mundial suficientemente grande como para mantener su diversidad genética en cautividad (RalIs & Ballou 1983, Groombridge 1992); (3) la representación de animales domésticos raros, o variedades, aunque ha crecido en la actualidad, sigue siendo baja, a pesar de su importancia a largo plazo como mejoradores genéticos (e.g., resistencia frente a posibles enfermedades).


No siempre es posible crear poblaciones ex 5/tu de especies animales raras. Algunos requieren grandes espacios (e.g., muchos mamíferos marinos), o hábitat muy especializados (e.g., muchos invertebrados), o el ciclo vital es complejo (e.g., muchos invertebrados), o su cria es simplemente muy difícil (e.g., panda gigante, rinoceronte de Sumatra, con tasas muy reducidas de reproducción en la Naturaleza). Las técnicas más avanzadas de hoy en día incluyen inseminación artificial, incubación artificial, transferencia interespecífica de embriones (zigoto de especie rara en útero de especie próxima común), bancos de esperma y embriones criocongelados, tejidos criocongelados de especies al borde de la extinción (“zoológicos congelados”).


2.- Acuarios. Actualmente, los acuarios de todo el mundo reúnen unos 600.000 peces, la mayoría recolectados directamente de la Naturaleza (Olney & Elli 1991). La mayoría de los esfuerzos actuales se centran en desarrollar técnicas de reproducción en cautividad de especies raras, basadas principalmente en las técnicas desarrolladas en acuicultura para especies de interés comercial. Sin embargo, los programas de reproducción de especies marinas amenazadas de peces y corales se encuentran en estado incipiente. Por lo demás, la problemática es similar a la de los zoológicos.


Técnicas de conservación ex siW de especies vegetales: jardines botánicos, arboretos y bancos de germoplasma


Así como la conservación ex situ de especies animales plantea muchos problemas y se encuentra todavía en nuestro país en un estado bastante incipiente, la conservación de especies vegetales ha avanzado mucho en España en los últimos años.


En el caso de las plantas, la conservación ex siW es llevada a cabo por diversas instituciones como jardines botánicos y centros de investigación forestal y/o agraria, utilizando un conjunto de técnicas que tienen por finalidad el mantenimiento de colecciones vegetales fuera de su hábitat natural, ya sea en forma de ejemplares completos o partes de ellos tales como semillas, polen, propágulos vegetativos o leñosos, tejidos y células (bancos de germoplasma).


Jardines botánicos y aitomtos


Sin duda el principal tipo de institución implicada en la conservación ex sítu de las especies vegetales son los jardines botánicos (y arboretos = colección de árboles). Hoy en dia existen, aproximadamente, unos 1.500 jardines botánicos en todo el mundo, conteniendo una representación en cultivo de unas 80.000 especies vasculares. Esto nos puede dar una idea de la gran capacidad de la red de jardines botánicos para el cultivo de plantas y de su gran contribución a la conservación de especies vegetales. Sin embargo, estos jardines botánicos no se distribuyen de igual manera por toda la geografía mundial: en Europa existe 532 (un tercio del total, cuando el continente representa sólo el 7% de la superficie mundial), pero en Áfríca sólo 82 y en Iberoamérica 85. La mayoria de los paises tropicales, donde reside una elevada proporción de la flora mundial, tiene pocos jardines botánicos y la mayoría de ellos con escasos medios para su correcto funcionamiento. A pesar de todo, parece ser que la precariedad tropical ha cambiado de tendencia en los últimos años; durante la década 1975-1985 se planificaron unos 100 nuevos jardines, muchos de ellos en países tropicales o subtropicales. En la tabla se muestra como algunas regiones biogeográficas y algunos grupos taxonómicos están bien representados en Jardines botánicos, como es el caso de China, Macaronesia o los grupos de las cicadáceas y cactáceas. Llaman mucho la atención en esta tabla las balas cifras de táxones raros o amenazados cultivados en los jardines botánicos de Europa y USA, lo que sugiere que estos jardines no han enfocado sus actividades hacía la conservación de plantas endémicas.




Ejemplos conocidos de especies raras y amenazadas cultivadas en jardines botánicos.


Por otro lado, la diversidad genética mantenida en jardines botánicos es inadecuada para los objetivos de la conservación, al no contener muestras representativas de toda la variación genética de las especies. Algunas especies de considerable importancia desde el punto de vista de la conservación están representadas en estos jardines por colecciones de escasos individuos.


Nuevas técnicas de conservación: Los bancos de germoplasma.


Se llaman bancos de germoplasma al almacenamiento estable y controlado de material genético contenido en células (polen), tejidos (meristemos) u órganos (frutos y semillas). De esta forma se puede guardar una representación muy alta de la variabilidad interespecífica natural de los vegetales, cosa que no sucede con el cultivo de unos pocos individuos en los jardines botánicos.


A parte de su indiscutible papel en la conservación vegetal, los bancos de gemioplasma presentan las ventajas de los bajos costes económicos, tecnología totalmente asequible, permanente disponibilidad de los materiales, reducida infraestructura, alta representación de la diversidad, conservación a largo plazo, posibilidad de cultivo, etc.


Según la forma del material vegetal a conservar se pueden considerar varias técnicas de conservación de germoplasma vegetal:


• Colecciones “in vitro”


• Bancos de polen


• Bancos de semillas


Definición necesaria. Semillas recalcitrantes son aquellas semillas que no pueden desecarse por debajo de un contenido de humedad relativamente alto (l2-30%) sin pérdida de viabilidad, ni ser mantenidas a baja temperatura sin sufrir daño. Por el contrario las semillas de tipo ortodoxo se pueden desecar hasta un contenido de humedad del 4% y almacenar a 20°C bajo cero sin problemas de viabilidad.


- Las colecciones in vitm: se utilizan también para conservar especies con semillas recalcitrantes o con baja o nula reproducción de semillas fértiles, así como especies silvestres con poblaciones muy reducidas donde la mera recolección de semilla puede afectar su supervivencia en la Naturaleza. En síntesis se trata de una forma de cultivar el material vegetal en condiciones asépticas, en medio de cultivo sintético definido y bajo condiciones ambientales controladas.


Este tipo de cultivo también tiene una serie de inconvenientes: necesita instalaciones costosas y personal técnico especializado, conserva poca variabilidad genética ya que todas las copias obtenidas de una planta son idénticas a ella, a veces resulta difícil mantener la estabilidad genética, existiendo el peligro de mutaciones isomáticas.


- Los bancos de polen: resultan de gran utilidad cuando es necesario realizar cruzamientos. El polen tiene la ventaja de su pequeño volumen frente al amplio rango de diversidad genética que se puede conservar en él. Su conservación requiere las mismas condiciones que las semillas ortodoxas: baja humedad y baja temperatura, con niveles de humedad comprendidos entre el 10-30%. El proceso subsiguiente de rehidratación hasta conseguir el BO% necesario para su utilización puede plantear problemas.


- Los bancos de semillas: el modelo más utilizado. Constituyen la forma más importante de conservación ex situ para las especies que poseen semillas de tipo ortodoxo (80% de la flora mundial), y, entretanto se arbitran medidas para la conservación de las especies amenazadas en la Naturaleza, estos bancos constituyen una solución de urgencia que puede resultar decisiva para evitar la desaparición de algunas especies cercanas a la extinción. A partir del banco de semillas se puede obtener, por cultivo, numerosos individuos.


En los bancos de semillas se almacenan éstas una vez recogidas directamente de la Naturaleza, en condiciones especiales de temperatura y humedad, de forma que se frene el proceso progresivo de auto-envenenamiento que sufren las semillas con los productos de su metabolismo retardado y asegure su conservación durante muchos años (GOMEZ CAMPO, 1981).


Una temperatura baja es factor fundamental de conservación, estimándose que por cada 5°C de disminución de la temperatura se duplica la longevidad de la semilla. Asimismo, se ha observado que por cada unidad porcentual de humedad que se extraiga de la semilla antes de iniciar su conservación también se duplica su vida (reglas de Harrington).


Conviene por tanto conservar semillas a temperaturas muy balas, si bien hay en ello ciertos limites económicos por el coste de mantenimiento de las cámaras frigoríficas y también por el peligro de la formación de hielo intracelular. La extracción de la humedad también tiene sus limites, pues por debajo del 2-3% se afecta ya a un agua de constitución que será claramente perjudicial.


Combinando ambos factores, reducción de la temperatura de conservación y humedad de la semilla, se llega a resultados sorprendentes, pues parece comprobado que actúan independientemente el uno del otro. Así, una semilla que contuviera un 10% de humedad y que guardándola en un frasco de vidrio en el laboratorio a temperatura ambiente de 20 °C hubiera vivido 10 años1 si se deseca el 5% de humedad y se conserva a — 5°C de temperatura vivirá 10.240 años (10 x 2 x 2).


Dentro de las cámaras frigoríficas, las semillas se depositan en recipientes herméticos, a fin de que la humedad no penetre en el interior de los mismos. Para bajar el porcentaje de humedad de las semillas suelen emplearse desecantes químicos como el cloruro de calcio o el gel de sílice, ya que desecar en estufa o con infrarojos tiene cierto riesgo de perjudicar a la semilla. Las semillas recolectadas con un grado de madurez adecuado suelen contener un 8-10% de humedad. Con gel de sílice ésta se puede rebajar y mantener sin grandes dificultades hasta niveles del 3-4%, respectivamente.


Las semillas a almacenar se someten a pruebas de germinación para evitar la conservación de semillas estériles; todos los bancos tienen unas normas de tamaños mínimos de muestra con el fin de recoger un máximo de variabilidad genética y para poder atender a futuras peticiones por parte de investigadores, genéticos, mejoradores de plantas, etc.


La representación de la variabilidad se concibe a tres niveles: intrapoblacional, interpoblacional y ecogeográfico. La recolección dentro de la población se practica al azar sobre distintos individuos; los datos disponibles demuestran que una muestra de 2.500 semillas (50 semillas x 50 plantas) es suficiente para incorporar toda la variabilidad genética intrapoblacional. El muestreo se repite entre poblaciones y, por último, en distintos tramos de los gradientes ecológicos y geográficos del taxon.


En nuestro país, desde 1973, en el Departamento de Biología de la Escuela de Ingenieros Agrónomos de Madrid (Universidad Politécnica), se viene elaborando un banco de semillas de endemismos vegetales ibéricos, baleáricos y macaronésicos, así como de especies ibero-africanas. Este programa, conocido como proyecto ARTEMIS es coordinado por el profesor Gómez Campo y ha funcionado gracias a la ayuda de la Fundación Juan March, ICONA e INIA. Este ambicioso proyecto pretende la recolección de las semillas de los endemismos ibéricos, baleáricos y canarios, así como de los iberoafricanismos. En la actualidad ya hay recogidas muestras de la mitad de endemismos ibéricos y baleáricos, de la mitad de los macaronésicos y de aproximadamente un tercio de los iberoafricanismos. En este caso concreto, las condiciones de conservación son de — 5°C y un 3% de humedad, con atmósfera de CO2 y cápsulas cerradas a la llama. La atmósfera de CO2 se utiliza como un factor redundante para compensar fallos temporales en los otros factores, como podría ser el aumento de temperatura producido por un corte de fluido eléctrico.


Unas 200 muestras de semillas del banco del proyecto ARTEMIS han sido recolectadas en Castilla-La Mancha.


En la tabla podemos ver algunos de los Centros que contienen bancos de semillas en España.






Principales Bancos de Semillas de España.


Introducción de individuos en la Naturaleza: técnicas y limitaciones


Una vez se ha conseguido desarrollar con éxito un programa de reproducción en cautividad de una especie amenazada, uno de los objetivos inmediatos puede ser el de la introducción de individuos en la Naturaleza (conocido, en sentido amplio, como restitución). (NOTA: a veces, dichos individuos pueden haber sido capturados en otros lugares del hábitat natural de la especie, por ejemplo durante una fase altamente vulnerable del ciclo vital, huevos, juveniles, para su posterior liberación). Se pueden diferenciar tres tipos básicos de restitución: programas de reintroducción, reforzamiento, e introducción.


- Reintroduccián: consiste en liberar individuos en un área o localidad ocupada antiguamente por la especie, de la que se extinguió y, por tanto, está ausente en la actualidad. Con frecuencia se denomina también “restablecimiento’, “restauración” o “translocación”. El objetivo último es el de crear una nueva población en el hábitat original de la especie.


- Reforzamiento: consiste en la liberación de individuos en una población existente, con el fin de aumentad su tamaño y, por tanto, su diversidad genética.


- )ntroducción; consiste en la liberación de individuos de una especie en una localidad no incluida en su área de distribución histórica. Esta técnica es apropiada cuando el área de distribución histórica se ha deteriorado hasta tal punto que la especie no puede sobrevivir allí, o cuando el factor responsable del declive de la especie no ha dejado de operar, haciendo la reintroducción imposible. Sin embargo, la introducción de una nueva especie requiere una evaluación previa de riesgos exhaustiva, con el fin de prevenir posibles desequilibrios ecológicos (introducción de enfermedades, competencia dominante excluyente, u otros daños de la especie introducida sobre el ecosistema o sobre poblaciones de especies autóctonas amenazadas).


Consideraciones para tos programas de restitución


  1. Se trata de la estrategia más adecuada para salvaguardar especies al borde de la extinción en la Naturaleza. Sin embargo, cualquier programa de restitución no será efectivo si previamente no se han identificado y eliminado (o atenuado suficientemente) los factores responsables del declive de la especie.
  2. 2. Las técnicas de restitución son caras y difíciles; generalmente precisan de dedicación a largo plazo.
  3. 3. Los individuos liberados pueden necesitar intervención humana (alimentación, riegos durante sequía, u otras ayudas) durante las primeras fases del programa de restitución, hasta que sean capaces de sobrevivir por sí mismos (“soft release’).
  4. 4. El número de individuos restituido puede ser determinante en el éxito del programa, particularmente en el caso de especies gregarias; los mejores resultados se suelen obtener con la liberación de muchos individuos durante varios años seguidos.
  5. 5. En general, se obtienen mejores resultados con individuos salvajes capturados en la Naturaleza y posteriormente liberados que con individuos criados enteramente en cautividad.
  6. 6. En general, se obtienen mejores resultados en las restituciones llevadas a cabo en zonas centrales del hábitat natural que en zonas periféricas
  7. 7. En el caso de animales, generalmente se obtienen mejores resultados con herbívoros que con camivoros. Es muy importante tener en cuenta las pautas de comportamiento y la organización social, sobre todo en especies gregarias, siendo a veces necesario un período previo de entrenamiento (consecución de alimento, huida de los predadores, etc.); a veces se han utilizado “individuos instructores”.
  8. 8. En el caso de las plantas, con movilidad mucho más reducida que los animales, puede ser preciso un tratamiento severo del terreno previamente a la restitución, como abonado, quemas o desbroces. También es efectivo en algunas especies retrasar la restitución si la fase de plántula es delicada. Hay que tener en cuenta que el éxito en el caso de especies vegetales amenazadas suele ser muy bajo (Primack 1996; Herranzetal. inédito).
  9. 9. Precauciones de tipo genético: La restitución puede interferir en el proceso de selección natural, y por tanto en las proporciones alélicas de las poblaciones naturales.
  10. Especies amenazadas: criterios y categorías según la UICN (Revisión de 2000, publicada en 2001)
  11. Existen diversas clasificaciones sobre el grado de amenaza a que están sometidas las especies en sus hábitat naturales, siendo las categorias propuestas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) las que cuentan con mayor grado de aceptación.
  12. Criterios utilizados pan la asignación del grado de amenaza:
  13. A. Magnitud de la reducción del tamaño poblacional en los últimos 10 años o tres últimas generaciones.
  14. 8. Extensión y estado de conservación (fragmentación, disminución) del área de distribución geográfica
  15. O. Tamaño poblacional total < 250 individuos maduros, en combinación con la tendencia demográfica (disminución o fluctuaciones extremas) o estructura de la población (n° individuos maduros)
  16. D. Tamaño poblacional total <50 individuos maduros
  17. E. Análisis de viabilidad: la probabilidad de extinción dentro de los 10 próximos años o tres generaciones es de por lo menos el 50%.


Categorías:


1. Extinto: Taxón sobre el que no hay duda razonable de que el último individuo existente ha muerto. Dicha presunción ha de basarse en prospecciones exhaustivas de sus hábitats a lo largo de su área de distribución histórica.


2. Extinto en estado silvestre: el taxon sólo sobrevive en cultivo, en cautividad o como población (o poblaciones) naturalizada completamente fuera de su distribución original.


3. En peligro critico: taxon enfrentado a un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre.


4. En peligro: taxon enfrentado a un riesgo muy alto de extinción en estado silvestre.


5. Vulnerable: taxon enfrentado a un riesgo alto de extinción en estado silvestre.


6. Casi amenazado: No cumple ninguno de los criterios para ser incluido en las tres categorías anteriores, pero está próximo a cumplirlos, o posiblemente lo haga en un futuro cercano.


Categorías no amenazadas:


7. Preocupación menor: Taxon que habiendo sido evaluado, no cumple ninguno de los criterios que definen las cuatro categorías anteriores


8. Datos insuficientes: Taxon que carece de información adecuada para hacer una evaluación, directa o ¡ndirecta, de su riesgo de extinción basándose en criterios de abundancia/distribución (su ecología, biología etc., pueden estar bien estudiadas, pero no así la abundancia y/o la distribución).


9. No evaluado: Taxon que todavía no ha sido clasificado en relación a estos criterios.


Listados rojos


Con frecuencia oímos hablar de las listas rojas de especies amenazadas, o de los libros rojos. En definitiva, son listados de especies amenazadas cuyo fin es centrar la atención en las medidas de conservación necesarias para protegerlas. Estas listas rojas suelen ir ordenadas por categorías o grado de amenaza.


Así como las listas rojas y los catálogos de especies amenazadas sólo nos proporcionan información sobre grupos taxonómicos ylo grandes regiones, los Libros Rojos están integrados por un conjunto de “fichas rojas” dedicadas a otras tantas especies. En estas fichas se recogen datos corológicos, ecológicos, demográficos, posibles amenazas, medidas de protección, etc., por lo que aportan mucha más información especifica. Por el contrario, presentan limitaciones en cuanto a la dificultad de abarcar todas las especies amenazadas de un país, sobre todo si éste es rico en especies singulares como es el caso del nuestro.


En cuanto a los listados y libros rojos los podemos encontrar según una escala regional decreciente desde los de carácter más internacional como las Listas Rojas de la UICN, a los de carácter regional (Comunidades Autónomas), pasando por los de la Unión Europea (Anexos de las directivas Aves y Hábitats), y por los de carácter nacional en España como los Libros Rojos y el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.


Las Listas Rojas de la UICN se vienen publicando periódicamente. Las más recientes son las listas Rojas de especies vegetales y animales amenazadas (se publican por separado) de 1997. A diferencia de las anteriores (1994) aparecen algunas nuevas categorías de amenaza (Extintas en Estado Salvaje; en Peligro Critico y de Menor Riesgo).


Directiva Hábitat. Anexo II: catálogo de especies de interés comunitario (incluye 431 especies de flora y 194 especies de fauna).


Además, en nuestro país contamos con el Libro Rojo de Especies Vegetales Amenazadas de España Peninsular e Islas Baleares (GOMEZ-CAMPO et aL, 1987), que contiene 300 fichas rojas de otras tantas especies de flora vascular; y con el Libro Rojo de Vertebrados de España (BLANCO & GONZÁLEZ, 1992) con 262 fichas de vertebrados amenazados (29 peces continentales, 8 anfibios, 25 reptiles1 138 aves y 62 mamíferos) y cuyo antecedente es la Lista Roja de los Vertebrados de España


(ICONA, 1986).


Por otra parte, La Ley 4/89 crea el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Dicho catálogo fue regulado por el Real Decreto 439/1990 de 30 de marzo y ha sufrido modificaciones posteriores (Ordenes de 29/08/96, 9/07/98, 9/06/99 y 10/03/00), en las que se han incluido, excluido o recatalogado distintos táxones. Recoge, actualmente, 546 especies o subespecies amenazadas, que se distribuyen de la siguiente manera:


157 en Peligro de Extinción, 17 Vulnerables, 7 Sensibles a la Alteración de su Hábitat, y 365 de Interés Especial. Entre las numerosas criticas que recibió, quizá la más significativa fue la de no recoger inicialmente, en ninguna categoría, las especies amenazadas de invertebrados (hecho que ha sido subsanado con las modificaciones posteriores).


Por su parte, el articulo 30.2 de la ley 4/1 989 faculta a las comunidades autónomas, en sus respectivos ámbitos territoriales, a establecer catálogos de especies amenazadas. Así, la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha cuenta con un Catálogo Regional de Especies Amenazadas (Decreto 33/1998, deS de mayo de 1998, por el que se crea el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha). En su conjunto, en el Catálogo Regional están incluidos 253 táxones de flora, 56 de invertebrados y 307 vertebrados, totalizando 616 táxones, lo que supone extender la protección a 339 nuevos táxones respecto de los incluidos en el Catálogo Nacional. Este Catálogo incluye las Categorías de En Peligm de Extinción, Vulnerable y de Interés Especia!. Además, otorga un tratamiento más adecuado a los invertebrados; tiene en cuenta las especiales necesidades de protección de un gran número de especies de la flora silvestre de Castilla-La Mancha, pobremente contemplada en el Catálogo Nacional; y tiene en cuenta también los endemismos exclusivos o casi de la Región amenazados o con distribuciones muy limitadas.


Estado de conservación de las especies de flora y fauna españolas


Conocer el estado de conservación de nuestra biodiversidad es el primer paso a la hora de emprender programas de conservación de los elementos que la componen. Conociendo el estado de conservación de las especies podremos saber cuales de ellas necesitan un mayor o menor grado de protección y la urgencia de la adopción medidas.


Normalmente el estado de conservación de las especies de un territorio se va a medir por el “grado de amenaza” a que están sometidas las especies, considerándose que una especie está amenazada cuando se le puede asignar un cierto riesgo de desaparición a corto o medio plazo. Para ello, las especies se han de clasificar según las categorías de amenaza vistas anteriormente.

El número de especies incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (Real Decreto 439/1990) hasta la fecha es como sigue:





España es el país comunitario que cuenta con el mayor número de plantas vasculares amenazadas. El 12% de los táxones están incluidos en las categorías extinta, en peligro, vulnerable o rara.


En relación con los vertebrados, el 26% de las especies de vertebrados españoles están dentro de las categorías de en peligro, vulnerable o rara.


El desconocimiento respecto a la situación de las especies de otros grupos es enorme, salvo para pequeños conjuntos de ellas, estudiados por encontrarse en listados de normas comunitarias o convenios internacionales.


Planes de recuperación de especies amenazadas en España


Según el Articulo 31.2 de la ley 4/1 989 de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, “la catalogación de una especie, subespecie o población en peligro de extinción exigirá la redacción de un Plan de Recuperación para la misma, en el que se definirán las medidas necesañas para eliminar tal peligro de extinción”, cuya elaboración y aprobación corresponde a las Comunidades Autónomas en función del punto seis de ese mismo artículo.


Debido a la ausencia de una reglamentación que desarrolle el contenido de los Planes de Recuperación de las especies en peligro de extinción, no hay un modelo determinado para la elaboración de dichos planes. Suelen contener una primera parte, de estudio de la biología, ecología y corologia de la especie, detallando el estado de sus poblaciones, y de una segunda en la que se proponen las medidas a adoptar para eliminar o reducir los riesgos de desaparición de la especie. Normalmente, se proponen medidas de conservación in situ y ex situ, acompañadas en la mayoría de ocasiones y cuando es posible del reforzamiento o reintroducción de poblaciones.


A pesar de los éxitos conseguidos (reintroducción del quebrantahuesos, recuperación de la malvasia, etc), los Planes de Recuperación, propuestos por la ley 4/1 989 como medida casi única de actuación para las especies más amenazadas, han constituido un cierto fracaso como tal medida ya que sólo ha llegado ha desarrollarse una mínima parte de los necesarios. Ciertamente, los Tribunales les han concedido enorme fuerza vinculante (incluso superior a cualquier otro tipo de planes o zonificaciones del suelo) pero, precisamente por ello, muchas Comunidades Autónomas prefieren articular medidas distintas.





Bibliografía básica


- Gómez-Campo, C. 1985. The conservation of Mediterranean plants: Principies and probiems. En: Plant conservation in the Mediterranean Ama. Dr. W. Junk Publishers, Dordrecht.


- Heywood. V.H. 1994. Jardines botánicos y la conservación de los recursos fitogenéticos: un panorama mundial. En: Protección de la Flora en Andalucía. Junta de Andalucía, Sevilla.


- Iriondo, J.M. 2001. Conservación de germoplasma de especies raras y amenazadas (Revisión), investigación Agraria; Producción y Protección Vegeta/,


16: 5-24.


- Izco, J. 1997. Jardines botánicos. En Botánica, J. Izco (ed.), pp. 581-606, McGraw- Hill Interamericana.


- Meife, G.K. & Carroll C.R. 1994. PrincipIes of Conservation Biology. Sinauer Associates, Inc. Publíshers, Sunderland, USA.


- Phmack, R.B. 1998. Essentials of Conservation Biology. Second Edition. Sinauer Associates, Inc. Publishers, Sunderland, USA.


- Primack, RS. 2000. A Primer of Conservation Biology. Second Editan. Sinauer Associates, Inc. Publishers, Sunderland, USA.


Bibliografía complementaria


- Blanco, J.C. & González, J.L. (eds.). 1992. Libro Rojo de los Vertebrados de España.


- Decreto 33/1 998, de 5 de mayo de 1998, por el que se crea el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha (D.O.C.M. de 15-5-1 998)


- Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 mayo 1992, relativa a la Conservación de los Hábitats Naturales y de la Fauna y Flora Silvestres (D.O.C.E. n° L 206, de 22- 07-92)


- Gómez-Campo, 0. 1981. Conservación de recursos genéticos. En: Tratado del Medio Natural. Universidad Politécnica de Madrid. T.ll: 97-124.


- Gómez-Campo, C. et al. (1987). Libro Rojo de Especies Vegetales Amenazadas de España Peninsular e Islas Baleares. ICONA, Serie Técnica, Madrid.


- ICONA, 1986. Lista Roja de los Vertebrados de España. ICONA, Serie Técnica, Madrid.


- Ley 4/89 de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres (B.O.E. n° 74, de 28-03-89)


- Real Decreto 439/1990 de 30 de marzo, por el que se regula el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (B.O.E. n°82, de 5-04-92)


- U.I.C.N. 2000. Lista Roja de Especies Amenazadas.


- Herranz, J.M. 1987. Posibles medidas para la protección de plantas amenazadas:


su incidencia en la provincia de Albacete. Al-Basit, 21: 147-164.

No hay comentarios: